10 curiosidades sorprendentes sobre la trufa negra que quizás no conocías

La trufa negra, conocida también como el preciado “diamante negro de los bosques” o “el diamante de la cocina”, es uno de los ingredientes gastronómicos más codiciados por los chefs más reconocidos y reputados de todo el mundo. Se trata de un hongo que crece principalmente en los territorios de clima mediterráneo a una altitud de entre 700 y 1300 metros aproximadamente y que puede ofrecer diferentes matices en su sabor dependiendo de su procedencia.

Muchas personas conocen las características principales de este producto y su sabor, pero lo cierto es que existen muchas curiosidades sobre este preciado alimento que quizás no conozcas. Entre estas curiosidades, podemos hablar de temas tan variados como desde cómo se cultiva la trufa hasta cómo cultivarla para que desarrolle correctamente su aroma. Por este motivo, en este artículo vamos a mostrarte, a continuación, 10 curiosidades sobre este codiciado hongo y producto de lujo para platos de alta cocina gourmet.

Curiosidades sobre la trufa negra

Son muchas las curiosidades que podemos nombrar sobre la trufa negra, ya que es un alimento que podría dar para hablar durante horas sobre sus características y sobre las curiosidades que le rodean por diferentes motivos. Sin embargo, en este artículo hemos realizado una selección de las 10 curiosidades más interesantes que creemos que son más relevantes y que, por lo tanto, debes conocer.

Las trufas se llevan consumiendo desde la antigüedad

Existen multitud de documentos de las grandes civilizaciones de la antigüedad que confirman que tanto los egipcios como los griegos y los romanos ya recolectaban y consumían la trufa negra. De hecho, ya entonces era un alimento muy conocido gracias al sabor que proporcionaba a la comida, pero también por sus valores nutricionales, medicinales y afrodisíacos.

El tamaño y el aspecto de la trufa negra varían a lo largo de la época del año

La mejor temporada para recolectar la trufa negra es, concretamente, en invierno, entre los meses de noviembre y marzo, e incluso abril. A lo largo de estos meses, pueden encontrarse trufas de distinto tamaño y aspecto, por lo que es un hongo que varía y se desarrolla de maneras diferentes dependiendo del mes en cuestión en que se recolecta.

En la actualidad no se encuentran en estado silvestre en España

Al hablar de la trufa melanosporum, encontramos curiosidades como, por ejemplo, que la producción actual, en nuestro país, no se recoge de los montes, sino que se debe cultivar. Esto se debe a que las montañas que las producían hace décadas, en la actualidad han dejado de producirlas. No obstante, la trufa negra cultivada es exactamente de la misma calidad en todos los aspectos que las que se encontraban hace bastante tiempo en la naturaleza.

Existen lugares en los que su cultivo es más apropiado

Se suele decir que se puede encontrar este hongo en los bosques del sur de Italia y Francia. Sin embargo, es en España donde se encuentra la mejor producción de la trufa negra en la actualidad, debido a que reúne las condiciones necesarias para su correcto desarrollo.

Dentro de nuestro país, se considera, además, que la mejor zona para el cultivo y la producción de este manjar gastronómico se encuentra en la zona de Teruel, concretamente en la zona de la comarca Gúdar-Javalambre. De hecho, por este motivo, la localidad de Sarrión se considera como la capital de la trufa negra. Esto se debe a que la trufa negra es muy sensible a los cambios climáticos y necesita condiciones óptimas en cuanto a humedad y temperatura para desarrollarse como es debido.

Las trufas negras crecen en simbiosis con varias especies arbóreas

La trufa negra “Tuber melanosporum”tiene curiosidades, tales como, por ejemplo, que crece en simbiosis con las raíces de ciertas especies arbóreas. Entre ellas, podemos nombrar la encina, el roble, el avellano o el pino, entre otras tantas. Es decir, con especies de árboles que crecen en suelos calcáreos y en climas templados.

La recolección de las trufas negras se realiza de forma especial

Las trufas negras expulsan compuestos volátiles y esporas que se empiezan a liberar cuando maduran. Esto es lo que provoca el olor característico que atrae a muchas especies de animales y por lo que, para recolectarlas, es necesario contar con un animal adiestrado para encontrarlas.

Por este motivo, tradicionalmente, se encontraban gracias a la ayuda de ciertas especies de cerdos entrenados para poderlas encontrar gracias a su aroma. No obstante, en la actualidad ya no se utilizan cerdos, sino perros entrenados con el mismo objetivo. La trufa negra crece varios centímetros bajo la tierra, por lo que es necesario excavar bastante para poder recolectarlas.

La trufa negra es la más especial y codiciada de todas

Todas las trufas se encuentran muy bien consideradas y valoradas por sus propiedades nutricionales y culinarias. Existen hasta 70 especies de este tipo de hongos en todo el mundo y más de 30 de ellos se encuentran sólo en territorio europeo. Sin embargo, ninguna de ellas es tan codiciada como la trufa negra, ya que puede alcanzar precios bastante elevados en el mercado y se utiliza como producto de lujo para platos gourmet de alta cocina.

Se debe consumir fresca y lo más rápido posible

La trufa negra se debe incluir en los platos con una delicadeza total, ya que se debe tener mucho cuidado para no alterar su sabor, su aroma y su textura. De hecho, se recomienda no utilizar alimentos con sabores muy fuertes, ya que, de lo contrario el sabor de la misma puede quedar enmascarado y eclipsado fácilmente. Por este motivo, no recomendamos cocinarla junto a otros alimentos como, por ejemplo, el ajo o el vinagre.

Se suele servir cortada con cuidado en láminas muy finas y es muy difícil conservarla, ya que, al hacerlo, pierde sus propiedades rápidamente. Además, en el momento en que se lamina, esta sufre rápidamente un proceso de oxidación que hace que se deteriore si no se consume de inmediato. Por este motivo, es un alimento que es muy complicado de integrar en determinados platos y por lo que los platos que la incluyen como ingrediente principal se consideran gourmet y su precio es tan elevado.

Las trufas son bastante ligeras

El peso promedio de una trufa negra es bastante bajo, ya que suele oscilar entre los 20 gramos para trufas más pequeñas y 200 gramos -o más- para las trufas de mayor tamaño. Lo habitual es encontrarlas más bien pequeñas, por lo que se considera un ingrediente escaso y selecto.

El precio de la trufa negra es muy elevado

Esto no es un secreto para nadie, ya que es bien sabido que el precio de la trufa negra es bastante elevado. Sin embargo, lo que no son tan conocidas son las razones de que este precio sea tan alto. Esto se debe a que la trufa negra es un bien muy escaso, porque es difícil de cultivar y porque es muy demandado en el ámbito de la alta cocina para la elaboración de platos gourmet de lujo.

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