Las recetas con mantequilla de trufa más irresistibles

Cuando hablamos de productos gourmet capaces de elevar el sabor y aroma de cualquier plato, es imposible no pensar en la trufa negra. Este hongo, considerado uno de los tesoros más preciados de la gastronomía, crece bajo tierra oculto entre las raíces de especies arbóreas como encinas y robles. Su apariencia exterior, oscura y verrugosa, contrasta con su interior negro veteado de finas líneas blancas, que esconde un sabor profundo, complejo y un aroma inconfundible. 

La trufa negra de los alrededores del municipio de Sarrión, en el corazón de Teruel, es reconocida en todo el mundo por su calidad y su potencia aromática, y en Trufalia nos dedicamos a llevar esta pequeña maravilla culinaria hasta el último rincón del planeta. Un ingrediente que, incluso en las recetas más sencillas, transforma cualquier bocado en una experiencia de categoría gourmet.

¿Qué es la mantequilla de trufa?

Dentro de los productos derivados de la trufa, la mantequilla de trufa se ha consolidado como uno de los grandes imprescindibles en la despensa de cualquier amante de la alta cocina. Pero, ¿qué es exactamente la mantequilla de trufa? De manera sencilla, podríamos decir que se trata de una mantequilla tradicional que ha sido infusionada o mezclada con trufa negra. 

Hay diversas formas de elaborarla, como, por ejemplo, añadir pequeñas virutas o trozos de trufa, o incluso combinarla con un buen aceite trufado que ayude a potenciar su intensidad. En ocasiones, también se le pueden añadir otros ingredientes, como champiñones finamente picados, aceite de oliva virgen extra o un toque de sal marina, según las preferencias de cada receta y el grado de aroma que deseemos conseguir. 

El resultado es un producto untuoso, con matices terrosos y una fragancia capaz de embriagar todos los sentidos. Si quieres elaborar este manjar, te recomendamos leer nuestro artículo sobre cómo hacer mantequilla de trufa negra casera paso a paso para obtener un producto exquisito. 

¿Para qué se puede utilizar la mantequilla de trufa?

La gran virtud de la mantequilla de trufa reside en su versatilidad. Es un ingrediente gourmet que, con apenas un pequeño toque, puede transformar un sencillo plato de pasta en una elaboración de alta cocina. Su uso abarca desde risottos cremosos, carnes y pescados a la plancha, huevos revueltos o purés suaves, hasta aplicaciones más sencillas, pero igual de deliciosas, como untarla sobre pan tostado y disfrutar de un aperitivo digno de los mejores entornos gastronómicos. 

Cuando te preguntas con qué servir la mantequilla de trufa, la respuesta puede ser enormemente amplia, ya que se pueden servir tanto con una tabla de quesos curados como con un carpaccio de ternera e incluso con unas verduras asadas. La mantequilla trufada es un alimento espectacular que nunca decepciona, capaz de adaptarse a múltiples recetas y momentos.

Recetas con mantequilla de trufa

Las recetas con mantequilla de trufa son perfectas para transformar cualquier comida en una experiencia gourmet. No es necesario complicarse la vida con técnicas de cocina excesivamente sofisticadas; basta con conocer algunos trucos y disponer de la materia prima adecuada. A continuación, te vamos a mostrar algunas de las recetas más irresistibles que puedes preparar en casa para sacar el máximo partido a este exclusivo manjar.

Tostadas con mantequilla trufada y jamón serrano

Empezamos con una de las combinaciones más sencillas y efectivas: tostadas con mantequilla trufada y jamón serrano. Es el aperitivo perfecto para cuando quieres ofrecer algo especial sin complicarte demasiado. Para elaborarlo, te recomendamos cortar una barra de pan rústico en rebanadas gruesas y tostarlas hasta que queden doradas y crujientes, ya sea en la sartén, en la tostadora o en el horno utilizando la opción “Grill”. 

Una vez listas, puedes untar generosamente la mantequilla de trufa sobre la superficie caliente del pan y colocar encima una loncha de jamón serrano de buena calidad. El contraste entre la untuosidad de la mantequilla trufada y la intensidad del sabor del jamón son capaces de crear una armonía de sabores que no puede fallar.

Entrecot elaborado en mantequilla de trufa

Si el entrecot ya es, por sí solo, un plato de categoría gourmet, imagina lo que puede suceder si lo cocinas con mantequilla de trufa casera. Para empezar, te recomendamos preparar la mantequilla de trufa mezclando en un bol mantequilla a temperatura ambiente con ralladura de trufa negra, sal marina en escamas y un toque sutil de pimienta negra recién molida. Puedes remover bien hasta obtener una pasta homogénea. A continuación, precalienta una sartén de hierro fundido a fuego alto hasta que empiece a echar humo. 

En este punto, te recomendamos añadir una cucharada de aceite de canola y hacer los filetes de entrecot durante unos cuatro minutos por cada lado, hasta que la carne adquiera un tono marrón dorado. En este punto, deberías bajar la temperatura y añadir la mantequilla trufada, dejando que ésta se funda lentamente y bañe la carne con su aroma. Debes cocinar durante cuatro minutos más a fuego lento, y servir inmediatamente. El resultado es un plato digno de los mejores restaurantes, aunque debes tener cuidado de que la salsa de mantequilla no se haga demasiado, ya que el sabor de este hongo se puede perder si te pasas. 

Huevos revueltos con mantequilla de trufa y parmesano

Otra receta clásica donde la mantequilla de trufa brilla con luz propia son los huevos revueltos. Para preparar unos huevos revueltos de categoría gourmet, debes batir cuatro huevos en un bol, añadir una pizca de sal y, si lo deseas, un toque de pimienta blanca. En una sartén antiadherente, deberías derretir una cucharada generosa de mantequilla de trufa a fuego muy suave, asegurándote de que no llegue a hervir para no perder sus aromas.

Cuando se funda, puedes añadir los huevos batidos y remueve lentamente con una espátula de silicona, para que se cocinen a fuego muy bajo hasta que queden cremosos y jugosos. Justo antes de servir, deberías rallar un poco de queso parmesano por encima y, si quieres elevar aún más la experiencia, añade unas virutas de trufa negra fresca por encima. Puede ser un desayuno, brunch o una cena ligera que nunca pasará de moda.

¿Cuánto tiempo dura la mantequilla de trufa en el frigorífico?

Como cualquier producto delicado, la mantequilla de trufa requiere ciertos cuidados para preservar su calidad. Si la guardas en un recipiente hermético, puede mantenerse en el frigorífico entre 3 y 7 días sin problema. Sin embargo, si deseas alargar su vida útil, congelarla es la mejor opción: de esta manera, puede conservarse hasta unos 3 meses, manteniendo buena parte de sus propiedades organolépticas. 

Eso sí, es imprescindible que utilices un recipiente hermético de calidad para evitar que la mantequilla trufada absorba olores indeseados de otros alimentos y pierda su característico aroma a trufa. Si en algún momento notas que la mantequilla de trufa está demasiado blanda, pegajosa, que ha perdido intensidad en su fragancia o desprende un olor extraño, lo más recomendable es desecharla para no arruinar la experiencia de degustar tus platos. 

Así que ahora que sabes con qué servir la mantequilla de trufa para disfrutar con todo tipo de recetas más irresistibles, te recomendamos ponerte manos a la obra y elaborar platos que sirvan para sorprender a tus amigos y familiares con exquisiteces de alto nivel. 

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