La trufa es uno de los manjares más apreciados de la gastronomía a nivel mundial, ya que es un hongo que, incluso aplicado en pequeñas cantidades, puede elevar el sabor y el aroma de todo tipo de recetas de cocina. Por ello, se suele aplicar para aportar un toque gourmet a platos de pasta, huevos fritos, pizzas, canapés, quesos, etc. De hecho, es un ingrediente esencial que suelen utilizar los chefs más reconocidos en el mundo de la alta cocina gourmet.
Ahora bien, la Tuber melanosporum VItt, al ser un hongo que crece bajo tierra, a varios centímetros de profundidad, en simbiosis con las raíces de determinadas especies de árboles, como el roble, la encina, el avellano o la coscoja, es necesario contar con animales que tengan muy desarrollado el sentido del olfato y que puedan detectar cuando las trufas han alcanzado la madurez plena para ser recolectadas.
Aunque, en un principio, se utilizaban cerdos entrenados para desenterrar las trufas negras, lo cierto es que podía ser contraproducente, ya que a estos animales les encanta el sabor de estos hongos y, en muchos casos, se las comían antes de poder recolectarlas.
Por ello, en la actualidad, se adiestra a determinadas especies de perros truferos para poder encontrarlas, ya que a estos animales no les apasiona demasiado su sabor. Sin embargo, una duda que surge en este sentido es si los perros pueden comer trufa. ¿Qué pasa si consumen grandes cantidades de este hongo? ¿Puede ser perjudicial o no? ¿Hay algún riesgo? ¡Lee nuestro artículo para encontrar la respuesta a estas preguntas y salir de dudas!
¿Pueden comer trufa los perros?
La respuesta corta es sí, los perros pueden comer trufa, ya que, si no se trata de una especie tóxica, en principio, no debería haber ningún peligro. Sin embargo, es importante que tengas en cuenta algunos aspectos antes de darles de comer este alimento gourmet. Como hemos dicho, las trufas son hongos subterráneos que crecen en simbiosis con ciertos árboles, y los perros truferos, como el Lagotto romagnolo, el Labrador retriever o el Gordon setter, se suelen entrenar para encontrarlas.
Aunque algunos perros pueden disfrutar del sabor de la trufa, no todos lo hacen, ya que su gusto por este hongo puede variar según la raza y las preferencias individuales. Sin embargo, aunque a tu perro le guste el sabor de la Tuber Melanosporum Vitt tampoco deberías darle de comer grandes cantidades de este hongo, ya que su estómago podría tener dificultades para digerirlas.
Por ello, normalmente, para que reconozcan su aroma y poderlas encontrar en el campo, se entrena a determinadas especies de perros dándoles de comer pequeñas cantidades de trufas. De esta manera, se pueden familiarizar con su olor y su sabor y será mucho más fácil que las puedan localizar.
Sin embargo, se desaconseja darles de comer trufa de manera habitual, ya que pueden ser demasiado nutritivas para ellos. Lo ideal para que nuestros compañeros peludos disfruten de sus propiedades (vitaminas, antioxidantes, minerales y fibra) es no darles cantidades excesivas e introducir este hongo en su dieta muy poco a poco.
¿Hay riesgo si mi perro come trufa?
Si tu perro come trufa ocasionalmente en pequeñas cantidades, probablemente no haya riesgos graves para su salud. Sin embargo, debes tener en cuenta que las trufas pueden ser difíciles de digerir para él, especialmente si las consume en grandes cantidades, por lo que el exceso de consumo podría provocar serios problemas digestivos como diarrea o malestar estomacal.
Además, algunas variedades de trufa pueden contener compuestos que podrían resultar bastante tóxicos para los perros, especialmente si las consumen en grandes cantidades. Por este motivo, indicamos que es muy importante limitar su consumo y vigilar de cerca el estado de salud de tu mascota después de que haya comido este tipo de hongos. En caso de detectar cualquier síntoma que se salga de lo normal, te aconsejamos visitar a un veterinario.
¿Qué hacer si mi perro come trufa?
Como hemos comentado, si bien las trufas no resultan tóxicas para los perros, sí que pueden ser difíciles de digerir para ellos. Por ello, pueden desarrollar problemas gastrointestinales, especialmente, cuando la ingieren en grandes cantidades. Del mismo modo, también se han dado casos de perros alérgicos a estos hongos, por lo que podrían sufrir reacciones alérgicas graves tras su consumo.
Por este motivo, si tu perro ha comido trufa y detectas que comienza a mostrar signos de malestar, como vómitos, diarrea, letargo o falta de apetito, como hemos apuntado más arriba, es de vital importancia que te pongas en contacto de inmediato con tu veterinario. Este tipo de profesionales podrán evaluar la situación y proporcionarle a tu mascota el tratamiento adecuado dependiendo de su estado. Además, si ha sufrido una intoxicación por una ingestión accidental de grandes cantidades de trufas, recomendamos que mantengas a tu perro hidratado y que le ofrezcas una dieta suave y fácil de digerir mientras se recupera.
En resumen, podemos decir que, a pesar de que los perros pueden comer trufa en pequeñas cantidades, es importante ofrecer este manjar con mucha moderación y que vigiles cómo reacciona el organismo de tu mascota a este alimento, por si empieza a presentar dificultades para digerirlo e incluso reacciones alérgicas. Si decides dejar que tu perro pruebe la trufa, debes asegurarte de que sea en pequeñas porciones y de aquellas variedades que no sean tóxicas para ellos. Ante cualquier señal de malestar, es fundamental que busques atención veterinaria inmediata para garantizar la salud y el bienestar de tu fiel amigo peludo.