Si has probado la trufa negra, seguramente, sabrás que es un ingrediente gourmet que ayuda a mejorar de manera espectacular el sabor de cualquier plato al que se lo añadas. Tiene un característico sabor suave, pero muy persistente al mismo tiempo y se puede echar rallada o laminada sobre los platos que cocinamos, aunque suele ser un ingrediente muy usado en restaurantes especializados y en el mundo de la alta cocina.
Pero, para resolver cualquier atisbo de duda, diremos que la trufa negra es una especie de hongo que crece bajo tierra, estableciendo una simbiosis junto a las raíces de distintas especies de árboles, tales como el roble, el avellano, la encina o el carpe trufero, que se conocen como “árboles truferos”. Así pues, la Tuber melanosporum Vitt, presenta un aspecto oscuro en su exterior y en su interior, presenta una coloración casi negra con vetas blancas muy características.
Este exquisito manjar, tan valorado en el mundo de la gastronomía, suele cotizar a un precio bastante elevado en el mercado, ya que su cultivo es bastante complejo. Es decir, que requiere unas condiciones climáticas y geográficas muy concretas y que en España se encuentran en torno al municipio de Sarrión, capital de la Trufa Negra y ubicado en la comarca de Gúdar-Javalambre, en Teruel. Ahora bien, es posible comprar este hongo gourmet fresco o en conserva. Si quieres saber qué debería elegir, te recomendamos continuar con la lectura de este artículo.
Ventajas de comprar trufa negra fresca
La trufa fresca que puedes adquirir en Trufalia se obtiene gracias a la intervención de los perros truferos, que han sido entrenados para detectar trufas negras cuando han alcanzado la madurez perfecta durante la temporada de recolección, que comienza en noviembre y termina en marzo, aunque puede extenderse hasta el mes de abril.
Ahora bien, entre las ventajas principales de comprar trufa negra fresca, podemos mencionar que, este tipo de hongos desprenden un sabor mucho más intenso cuando no se someten a ningún tipo de proceso de conservación. No obstante, con el paso de los días, poco a poco van perdiendo propiedades y su sabor se va desvaneciendo. Ten en cuenta que estos hongos contienen su máximo sabor y sus propiedades recién recolectadas, o sea, cuando están frescas.
También es cierto que las trufas frescas tienen una durabilidad bastante reducida, ya que, para garantizar al máximo sus propiedades, su sabor y su aroma, se deben meter en la nevera guardadas en el interior de un recipiente de cristal esterilizado y cerrado herméticamente, a una temperatura de entre 2ºC y 4ºC y con un poco de arroz, para eliminar el exceso de humedad. De esta manera, su durabilidad sería de en torno a los cinco o seis días.
Ventajas de comprar trufa negra en conserva
Como hemos mencionado, las trufas negras frescas, aunque presentan un gran sabor y tienen todas sus propiedades intactas suelen estropearse bastante rápido. Por este motivo, comprar trufa negra en conserva, tiene la gran ventaja de que permite conservarlas durante bastante más tiempo, a pesar de que se pierde parte de su sabor original, de su aroma y de sus propiedades.
Ten en cuenta que, como ya hemos comentado, la temporada de la trufa negra se extiende, como mucho, desde noviembre a marzo o abril y que sólo es posible disfrutar de la trufa fresca durante esos meses. ¿Y qué pasa si queremos disfrutar del sabor de este hongo gourmet durante el resto del año? Precisamente, para ello, en Trufalia también las vendemos en conserva.
De esta forma, gracias a la conserva de trufa negra es posible degustar nuestros platos favoritos con el uso de este ingrediente siempre que queramos, a pesar de que su sabor, su aroma y sus propiedades se verán alterados respecto al uso de trufa negra fresca.
¿Qué es mejor: trufa negra fresca o trufa negra en conserva?
No existe una respuesta cerrada a esta pregunta, ya que ambas opciones presentan grandes ventajas. Es obvio que la trufa fresca tiene la ventaja de que mantiene mejor su sabor, aroma y sus propiedades, pero también es cierto que sólo se puede consumir durante la temporada de recolección de la trufa negra debido a que estos hongos se deterioran rápidamente, como mucho, cinco días.
Ahora bien, también es cierto que la trufa negra en conserva tiene la ventaja de que se puede consumir en cualquier momento del año y no sólo durante la temporada de recolección, a pesar de que, al conservarse sus propiedades se ven alteradas, así como su sabor y su aroma se reducen considerablemente.
En definitiva, podemos decir que, si bien la mejor forma de consumir la Tuber melanosporum Vitt es fresca, gracias a la conserva, nos permite poder comerla a lo largo de todo el año, aunque ya no sea fresca y su sabor y aroma no sean tan intensos. Por lo tanto, elegir entre la trufa negra fresca o en conserva no es algo sencillo y, en última instancia, depende de cuáles sean tus preferencias gastronómicas.
