Cómo hacer mantequilla de trufa negra casera paso a paso

Entre todos los alimentos gourmet que puedes encontrar en el mercado en la actualidad, sin lugar a dudas, destaca la trufa negra (Tuber melanosporum Vitt). Este hongo exquisito y altamente codiciado en la alta cocina crece bajo tierra, en simbiosis con las raíces de algunos árboles truferos, como robles y encinas, y su valor reside no solo en su escasez, sino también en su aroma envolvente y su sabor inconfundible. 

La trufa negra es capaz de transformar hasta los platos más sencillos en auténticas obras maestras de la alta cocina. Basta con rallarla o laminarla sobre una tostada de pan, sobre platos de pasta o incluso sobre unos huevos para llevar el bocado al siguiente nivel. A continuación, te vamos a mostrar cómo elaborar una de las formas más elegantes y versátiles de disfrutar de esta joya de la gastronomía gourmet: la mantequilla de trufa negra, ideal para añadir un toque lujoso a tus recetas diarias.

¿Qué es la mantequilla de trufa?

La mantequilla de trufa —también conocida bajo el nombre de “mantequilla trufada”— es un producto altamente apreciado en la gastronomía de élite. Se trata de una mantequilla muy cremosa, de textura sedosa y sabor sofisticado, tiende hacia el dulzor lácteo de la mantequilla tradicional combinado con la intensidad aromática de la Tuber melanosporum Vitt. El resultado es un ingrediente versátil y elegante, perfecto para acompañar pan rústico, canapés, pasta fresca, risottos o incluso carnes al grill.

Además de ser deliciosa, la mantequilla con trufa negra es rica en antioxidantes, lo que se traduce en beneficios para el sistema inmunológico y la salud del cuerpo humano a nivel celular. En esencia, podemos decir que este alimento surge de la mezcla de mantequilla de buena calidad con trufa negra fresca rallada o, en su defecto, con unas gotas de aceite trufado de buena calidad. Para conocer más formas de incorporar este ingrediente a tus platos, puedes consultar este artículo sobre los usos culinarios de la trufa negra

¿Cómo preparar mantequilla trufada?

Si te estás preguntando cómo hacer mantequilla trufada en casa, te sorprenderá lo sencillo que resulta de preparar. Con unos pocos ingredientes y algo de mimo, puedes preparar un alimento capaz de elevar cualquier receta a la categoría gourmet. Para elaborar mantequilla de trufa negra tan sólo necesitarás 150 gramos de mantequilla de alta calidad (preferiblemente sin sal) 15 gramos de trufa negra fresca (Tuber melanosporum Vitt), idealmente procedente de la zona de Sarrión, en la comarca de Gúdar-Javalambre, conocida como la capital mundial de la trufa negra, que puedes adquirir en nuestra página web. 

Para trabajar la mantequilla, resulta fundamental que esté en punto de pomada, es decir, blanda, pero no líquida. Puedes dejarla a temperatura ambiente durante unas horas o recurrir al baño María si necesitas acelerar el proceso. Cuando la mantequilla esté lista, debes rallar la trufa negra fresca con un rallador fino directamente sobre ella y mezclar bien ambos ingredientes con la ayuda de un tenedor. Resulta esencial que la trufa se integre de forma uniforme para garantizar un sabor constante en toda la mezcla.

A continuación, debes extender la mezcla sobre una esterilla de bambú —como las que se emplean para hacer sushi—, formar un cilindro y envolverlo con papel film o utilizar un envoltorio. Posteriormente, deberías cerrar bien los extremos y dejar enfriar la mantequilla con trufa en la nevera durante al menos 3 horas antes de utilizarla o almacenarla. Si quieres ampliar más información para degustar este hongo gourmet en tus preparaciones culinarias, te recomendamos leer este artículo sobre cómo trufar alimentos

¿Cuánto tiempo se puede conservar la mantequilla de trufa?

La mantequilla de trufa se conserva en perfecto estado hasta un máximo de siete días si la mantienes en el frigorífico dentro de un recipiente hermético. Es importante protegerla bien del aire para preservar tanto su textura como su persistente y característico aroma. En caso de que no vayas a consumirla en ese plazo, existe una alternativa excelente para alargar su vida útil sin que pierda sus cualidades, de la que vamos a hablar a continuación:

¿Se puede congelar la mantequilla trufada?

Sí, la mantequilla trufada puede congelarse sin problemas. De hecho, esta es la mejor opción si elaboras una cantidad generosa y no planeas consumirla de inmediato. Puedes conservar el cilindro de mantequilla con trufa negra en el congelador e ir cortando rodajas según la cantidad que necesites en cada momento, con independencia de que la quieras utilizar para acompañar un entrecot, enriquecer una crema de verduras o preparar unas tostadas especiales para el desayuno.

Eso sí, te recomendamos que te asegures de utilizar un envase completamente hermético o una bolsa de congelación con cierre para evitar que la mantequilla acabe absorbiendo los olores de otros alimentos que puedas tener en el congelador. De este modo, conservarás intacta su esencia aromática.

¿Cómo saber si la mantequilla de trufa está en mal estado?

A diferencia de otros alimentos, la mantequilla con trufa ofrece señales bastante claras cuando comienza a deteriorarse. El primer indicio es el olor: si en lugar del característico aroma terroso y profundo de la trufa notas que aparece un olor rancio, agrio o a humedad, lo más probable es que ya no esté en condiciones óptimas.

También es importante observar la textura, ya que una mantequilla de trufa demasiado blanda, esponjosa, líquida o aceitosa indica que se ha iniciado un proceso de descomposición. Otro síntoma evidente es el color si esta adquiere un tono más oscuro o aparecen manchas, sería mejor desecharla. Recuerda que este tipo de producto debe conservar una consistencia firme, un aroma potente pero agradable y una apariencia uniforme. Ante la duda, es preferible no consumirla.

En definitiva, podemos decir que ahora que sabes cómo hacer mantequilla trufada en casa, has descubierto una forma sencilla y lujosa de introducir el mundo de la alta cocina en tu propia cocina. Con independencia de que lo quieras servir como entrante con pan crujiente, para acompañar una carne a la parrilla o para aportar profundidad a una salsa de pasta, esta mantequilla de trufa es, sin lugar a dudas, una apuesta segura para transformar cualquier plato en una experiencia gourmet.

Desde Trufalia, como empresa especializada en trufa negra fresca y en conserva, ubicada en Sarrión y con distribución internacional, te animamos a experimentar con este tipo de manjares trufados y a descubrir todo lo que pueden aportar a tus preparaciones gastronómicas. 

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